S-Michael - ¡Vengan aquí! – 28 de Feb de 2011 - Monjoronson.Com Paul Conklin
Maestro: Cristo Miguel
Tema: Ustedes que están en el Frente, por así decirlo, Vengan Acá Arriba
T/R: Paul Conklin
28 de Febrero de 2011
[Prefacio del trasmisor: Queridos Amigos, recibí este mensaje de Miguel hace unos pocos días. Sus palabras son muy alentadoras y amorosas. Podemos transformar el mundo por nuestro amor y el amor del Padre.]
Miguel:
¡Vengan Acá Arriba!
Mi querido niño este es tu padre Miguel. Estoy muy complacido con todos sus esfuerzos y como tratan de demostrar el amor que reside en su corazón por todos sus hermanos. Eso es lo que todos nosotros “en el otro lado” estamos tratando de ayudarles a construir en su mundo. Todos conocemos el poder del amor y sus beneficiosos efectos en todo y especialmente en la humanidad. Todos han experimentado demasiados problemas por muchísimos años, pero estos problemas pueden ser minimizados si simplemente aprenden a amarse unos a otros. No quiero que piensen que no estoy complacido con los esfuerzos de todos ustedes. Estoy profundamente complacido y muy orgulloso. Son mis hijos que empiezan a despertar a su lugar en el universo.
Este es un momento de gran celebración. Sus compañeros en la capital del sistema se están alegrando mucho ahora. Sus esfuerzos para despertar los corazones de los humanos están comenzando a dar sus frutos. Están de rodillas gritando con alegría y agradecimiento al Padre de todos nosotros. Porque su pequeño planeta es una demostración de que incluso en un mundo acosado con tanta confusión, tanto odio y derramamiento de sangre, que incluso en su mundo el amor obtendrá la victoria sobre el odio. Es una demostración para el mundo que el camino del Padre es siempre el mejor camino. No siempre será de la forma más fácil, pero los resultados son asombrosos y los efectos sofocantes.
Les digo a todos ustedes que están en el frente, por así decirlo, vengan acá arriba. Obtengan una mejora. Reciban las primeras mejoras de la mente morontial. Obtengan una muestra de lo que será como cuando se trasladen a los mundos de estancia. Para todos los que han dado recibirán más, mucho más. Para ustedes que han dado recibirán más para que puedan darles más a sus hermanos. Cuando reciban denlo generosamente. Denlo libremente. Trabajemos juntos para hacer este planeta, el planeta de mi autootorgamiento final, un planeta que siempre brillará la bondad del Padre. Un planeta que habrá demostrado que el amor siempre gana sobre el odio y que habrá erradicado los efectos de la rebelión.
Incluso ahora este planeta está en llamas con el amor del Padre. Demasiados están confundidos. Demasiados están en el caos. Nunca han sentido energías como esta antes. Tú tienes las respuestas para ellos mis hijos. Ustedes saben porque están ocurriendo estas cosas. Ustedes saben que mi hermano Monjoronson está aquí para elevar su planeta a un planeta que muestra misericordia hacia todos. Así como yo fui conocido como el príncipe de la paz, él deberá ser conocido como el príncipe del perdón. Para ello tendrá perdón de larga duración para su larga historia de siglos de guerra, violencia y criminalidad para que desaparezca de la conciencia colectiva humana. No serán capaces de avanzar a menos que aprendan a perdonarse unos a otros. Sé que esto es duro para ustedes mis hijos, pero el Padre de todos nunca les pediría hacer algo que hiciera algún daño. Para realmente perdonar libérense de cualquier y todas las toxinas que se acumulan con el tiempo cuando no pueden o se rehúsan a perdonar a otro.
Suban aquí donde el aire es fresco y nuevo. Suban aquí donde pueden recibir un nuevo comienzo. Elévense hasta el cielo y reciban un ascenso que ayudará a sus hermanos. Es su amor, su desinterés que los ha traído hasta este punto. Elévense, elévense en el cielo y planeen con los ángeles. Planeen con los ángeles mis hijos. Reciban mi amor y mi paz. Sigan en este camino, no miren atrás. Miren adelante. Miren adelante a un mundo que siempre brillará en el amor del Padre para todos sus ciudadanos. Mis queridos niños, vayan en paz y en el amor de nuestro Padre.
FIN