S-Armesh110905&191005ProgressGroup-Monjoronson_Hombres-a-lasArmas_ CarbónParaElFuego
Armesh
Massif Central, Francia,
11 de septiembre, 2005.
Maestro Armesh.
Tema: "Hombres a las Armas."
Recibido por Helen Whitworth.
Armesh: "Todo lo que tú eres ha sido acomodado dentro de preguntas durante los meses pasados. Esto te ha dado tiempo para revisar dentro de tu psique e identificar algunos de los profundos temores y dudas que existen en tu mente, tu ser emocional y tu estructura celular. Al hacer eso, te has sentido muy solitaria, ya que la investigación de esos lugares oscuros no puede hacer otra cosa que resonar en tu mundo siempre variando en la vida diaria.
"Aun así el mundo se está tornando mas claro y hay veces tal como ahora sientes la calidez del sol cuando la luz disuelve las nubes. Sin embargo siempre recuerda que en los días nublados, cualquiera que sea la cantidad de lluvia que cae sobre ti, la luz del sol nunca deja de brillar, nunca disminuye su brillo radiante y también como en un rocío mañanero, el calor del sol se afianza y pronto dispersa la nube para que nuevamente sea un día soleado.
"Encontrar la calma dentro de tu propio centro es lo más importante para ti, ya que cuando encuentras tal lugar, entonces es posible separar eso que eres tú y las formas y estructuras de creencia de otros. Hubo muchas veces cuando perdiste ese centro por envolverte excesivamente con las estructuras de la percepción de aquellos con quienes tú trabajabas. Eso es un peligro inherente dentro del trabajo que tú haces, a menudo traduciendo conceptos universales dentro de cualquier paradigma con los que aquellos a tu alrededor se sienten más confortables.
"Sin embargo, ahora es tiempo de volver a examinar tales cosas como simples diccionarios, y descubrir una vez más tu propia lengua nativa, porque nuevamente es tiempo de que tú aprendas y crezcas, habiendo ya asimilado previas lecciones y haberlas comprendido mas profundamente a través de tus interpretaciones, asistencia y guía hacia otros.
"Tal es la naturaleza de tu mundo que al terminar una aventura la otra empieza, y Yo estoy seguro de que tu encontraras dentro del viaje grandes emociones y alegrías para ti, ya que es una exploración sin final en el tiempo y espacio.
"Tus tareas son muchas, y esta mas allá de mi jurisdicción el darte mas detalles de ello en estos momentos, porque estos te traerían duda y temor una vez mas, precisamente cuando tu estas comenzando a comprender totalmente tu propio valor como mujer y como Hija de Dios. A pesar de eso las señales serán claras y cuando llegue el tiempo llegarás a comprender la naturaleza de tu propósito manifestado dentro del tiempo de esta vida.
"No te estés preocupando con las reflexiones de Monjoronson o las misiones. Esas son palabras, las cuales son muchas cosas para muchas personas, y nuevamente te digo que recuerdes la analogía de la traducción del diccionario. No les des nombres a tales cosas que no necesitan que le den nombre o preocuparte excesivamente en comunicarte con otros acerca de eso. Recuerda también de traducir aquello que es compartido por otros dentro de tu propio lenguaje de tu alma. Es la falta de este procedimiento la que te deja más abierta a perder tu propia verdad.
"Mis funciones son muchas para ti y para otros. Tú me reconoces dentro de los árboles, los pájaros, las montanas, el suave tocar del espíritu, en las profundidades de tus sueños y ciertamente dentro de tu corazón. Soy tu hermano y tú eres mi más querida niña. Soy tu amigo de siempre y tu protector en toda ocasión. Nos hemos conocido el uno al otro desde siempre y nos conoceremos por toda la eternidad a través de todo el espacio. No sientas admiración por mí, sino que ven a mí como antes, como tu maestro, tu camarada y amigo. Me conocen por muchos nombres en muchas culturas y en muchos mundos, pero en ti Me gusta la simplicidad de Armesh; tu ‘Hombres a las Armas’.
"Te tengo profundamente en mis brazos, envuelta en mi amor y soplo mi suave aliento a través de ti para limpiar mas esas telarañas y nubes. Descansa un momento y despierta de nuevo con una vitalidad en tus pasos y una canción de celebración en tu corazón."
Traducido por Loyda Mira.
© Grupo de Progreso 11:11.
END
Armesh & Monjoronson
Yorkshire Norte, Inglaterra,
19 de octubre, 2005.
Maestros Armesh y Monjoronson.
Tema: "Carbón para el fuego."
Recibido por Helen Whitworth.
Armesh: "Nosotros te pedimos que hagas un escrito fiel del ritual que tu efectúas cuando vienes a nosotros, tus maestros, para tus lecciones formales, porque creemos que eso puede ser de utilidad para otros.
"Siempre que se aprende una nueva habilidad es importante abrirse uno mismo a la variedad de enfoques en un tema dado, para que así pueda ser mas fácil encontrar el método más adecuado para tu propia configuración energética.
"Soy yo, Armesh, quien habla contigo ahora y te saludo con paz y amor.
(Imagen de una jarra llena de crema)
"Alrededor de tu mundo, a menudo encontrarás circunstancias que no comprendes totalmente. Situaciones de dolor, pena y sufrimiento, de ofender, de ira, dirigida hacia ti por alguien a quien tú no le has hecho nada malo. Que fácil es que te vuelvas enredado en esos momentos, sentirte culpable por aquello que tu ves como un problema en tus inmediaciones.
"Cuando estás totalmente conectado al flujo de lo Divino, ves que tales circunstancias no son hechas por ti, ni tampoco juzgas a aquellos quienes se han dado a la negatividad y han permitido que su entero ser sea consumido por ella. Solamente confía en que sus experiencias son correctas y válidas para ellos en ese momento y únicamente responde dando corrientes de amor, sino mejor no des nada.
"La imitación es verdaderamente la más sincera de todas las adulaciones y por actuar de tal manera, otros pueden llegar a retar sus propias percepciones y al final llegar a darse cuenta de que el Amor Divino y la Gracia son la crème de la crème.
"Sigue los pasos de aquellos a quienes tú admiras, pero no temas de desviarte de sus caminos ya que solamente a través de tu propio y único entendimiento es que alcanzarás tu meta. Ahora, abre tu corazón completamente. Helen, Monjoronson desea decirte unas palabras."
Monjoronson: "Detrás del cobertizo del carbón encontrarás una pala. Usa esa pala para recoger el carbón, colócalos en una cubeta, llévalos a la chimenea y échalos poco a poco en el fuego. Cuando se vacíe la cubeta, repite el mismo procedimiento.
"Tus labores son la de mantener la luz en este mundo, el fuego apasionado por la evolución espiritual y el conocimiento de Dios, pero cuando el cubo del carbón está vacío, no importa cuantas veces recoges carbón para ponerlo en el fuego porque no hay y el fuego se apagará.
"Es necesario efectuar las tareas diarias para mantener el fuego ardiendo. Sin el combustible apropiado el cuerpo no puede sobrevivir. Sin el combustible apropiado las emociones se vuelven nulas. Sin el combustible apropiado la mente se vuelve insulsa y sin el combustible apropiado el espíritu se marchita con la más pequeñita de las chispas.
"¿Cuántos de ustedes solamente desean divertirse con tirar el carbón al fuego para ver las fuertes llamaradas, y sin embargo están poco dispuestos a ensuciarse las manos y echar con pala las rocas negras a la cubeta y cargarlo hasta arriba? Consideren esto, amigos míos y comprendan por qué nosotros les recordamos constantemente de tener una actitiud de vigilancia acerca de todos los asuntos en sus vida, no importa lo intrascendente o lo humilde que sea. Estas humildes tareas son las que al final traen recompensas duraderas.
"Por lo tanto les digo, alimentense bien y cuiden de su cuerpo. Disfruten la compañía de otros y la estimulación de la naturaleza. Ejerciten sus mentes con aprendizajes y cuestionamientos, y vayan regularmente al Padre para el reabastecimiento del espíritu, entonces con toda seguridad alimentarán la luz sobre este mundo.
"Te pido ahora que sueltes tu bolígrafo, te sientes en la calma por un momento y que solicites del lector que haga lo mismo. Dejen que su mente esté en silencio, sus corazones abiertos y permítanme infundirlos con mi amor, mis niños."
Traducido por Loyda Mira.
© Grupo de Progreso 11:11.
END